El capítulo 13: El Barco Escogido por el Profeta Malaquias - Nandor Fodor


El capítulo 13: El Barco Escogido por el Profeta  Malaquias

Historia del Rev. William Stainton Moses
 - Nandor Fodor-

S
upongamos que la supervivencia es un hecho: después de la muerte, de acuerdo con las enseñanzas del Espiritualismo, nosotros nos encontramos en un mundo verdadero con infinitas posibilidades de progreso, además, a lo largo del tiempo nos llevará a considerar a nuestros hermanos que andan a tientas, por la oscuridad de la Tierra ¿Cómo le enseñaríamos la verdad gloriosa?
Primero intentaríamos afectar a la materia de manera directa. Pero puede ser que no todos tengamos éxito. Entonces intentaríamos influenciar a cierta gente con unas características mentales y físicas peculiares, la gente que podría ser impresionada, que podría ver y oír, pudiendo liberar ciertas fuerzas con las que podríamos influenciar en el plano material ¿Pero que pasa si no creen en lo que ven y oyen ellos mismos?¿Cómo probaríamos que no somos fantasmas de un cerebro desordenado?

Una demostración de gran poder y el conocimiento que reciban los mortales proporciona el único potente argumento. La concesión de que nosotros poseyéramos tal poder y conocimiento, es lo que podría abrir la mente a los mensajes que nos envían.

Esto fue en general el camino adoptado por un grupo de comunicadores con seres invisible de 1872-1881, alrededor de William Stainton Moses, M. A., un clérigo Anglicano, maestro de la  University College School, Londres. Ellos afirmaban que un esfuerzo de misionero era necesario para elevar a la raza humana, hacia el reino de los espíritus y como tenía el regalo del médiumnismo místico más raro y conocimientos personales, él fue seleccionado como el buque insignia. Los comunicadores llevaron nombres ficticios y al principio rechazaron revelar sus identidades. La humanidad era remolcada de un cenagal profundo de materialismo. Ellos decidieron darse a conocer, simultáneamente con una entrega de gran enseñanza, mediante una sucesión de milagros y retrasar el conocimiento de su identidad a un periodo posterior cuando el médium estuviera preparado parar afrontarlo.


La vida del clérigo era tranquila y modesta, realizó las más asombrosas historias, más que cualquier cuento de hadas. Stainton Moses era un hombre de estrecha ortodoxia y dogmatismo, un crítico cáustico de todas las reclamaciones de lo sobrenatural. Las circunstancias lo llevaron por la investigación del Espiritualismo. Durante el periodo de cinco meses la mesa se movía con él. Recibió la evidencia de la continuidad de la vida, de la que no tenía ningún dato. Además, se encontró con que poseía esos poderes que desafiaban todas las leyes de la física y de la química.

Se hizo una dinamo humana, en manos de un anfitrión invisible. Parecía que podía generar un poder que mantenía en la habitación en constante vibración, podía mover objetos sin contacto y podía levantar las mesas pesadas del suelo, que requería dos hombres fuertes para moverlas. Como un hombre que  levantaba sus zapatos del suelo tirando de las cordoneras, él se elevó en el aire. En un cuaderno de 1872, relataron las sensaciones descritas.

“Fui llevado arriba. Hice una señal sobre la pared, a la altura de mi pecho. Fui bajado con mucho cuidado hasta que me encontré con la silla otra vez. Mi sensación era la de ser ligero como el aire. No sentía ninguna presión sobre alguna parte de mi cuerpo, no estaba inconsciente ni en éxtasis. Por la posición de la señal en la pared, está claro que mi cabeza debe haber estado cerca del techo. La subida, de la que fui perfectamente consciente, fue gradual y estable, a diferencia de un levantamiento, pero sin ninguna sensación perceptible de algún movimiento diferente al de poseer más ligereza que el aire.”

Interpretar el poder sobre la materia es más misterioso. Según una nota datada el 28 de agosto de 1872:

“En el comedor había una campana. La oímos comenzar a tocar y  podíamos saber donde estaba por su sonido, como se acercaba a la puerta que nos separaba de ella. Cual fue nuestro asombro cuando encontramos que a pesar que la puerta estaba cerrada, el sonido se acercaba. Este siguió dentro de la habitación donde estábamos sentados ya que la campana entró dentro de la habitación, sonando fuerte durante todo el tiempo. Después de completar el circuito de la habitación, ésta paró, pasado debajo de la mesa, cerca de mi codo. Ésta finalmente fue colocada sobre la mesa.”

Esto era una manifestación sobre la materia. La reclamación a menudo es más abundante cuando suceden los “apports”, esto es, la llegada de objetos que están en algún sitio fuera del lugar o dentro de la habitación pero que ninguna persona puede acceder a ellos. El caso de Stainton Moses, por lo general producía que pequeños objetos atravesaran las puertas cerradas, paredes o fueran lanzados sobre la mesa, sobre todo en la dirección donde estaba el médium. Pero a veces su origen era desconocido.

Tales objetos incluyen gemas, perlas y piedras semipreciosas. Ellos llenaron de inquietud a Stainton Moses. No podía separar su aparición de la ansiedad de los sueños perturbadores.

Grandes globos de luz de naturaleza desconocida se elevaban y flotaron en el aire. Tenía un núcleo, que parecía tener el contorno de una mano humana y envueltos en la pañería que era dificílmente sentida por el tacto. Ellos aumentaban de  intensidad si el médium frotaba sus manos juntas o en su abrigo. Podría realizar diferentes golpes sobre la mesa. Estos globos luminosos fueron transformados con éxito en discos redondos de luz que tenían un lado oscuro, generalmente girado hacia el médium. El lado de luz, daba respuestas a las preguntas mediante destellos. En ocasiones más raras, una columna de luz aparecía a 6 ó 7 pies de altura y una pulgada de ancho. Era de matiz brillante, dorada y no iluminaba los objetos de alrededor. Durante un minuto una cruz parece que se produjo en la parte de arriba; los rayos parecieron salir de ella.

El rasgo más extraño de estas luces era que podían ser vistas a través de objetos sólidos. Si ellas aparecían debajo de la mesa de caoba, podían verse desde arriba, como si estuvieran debajo de un cristal. A veces no menos de 30 luces fueron vistas volando como cometas por la habitación. Ellas fueron asociadas a visitantes, sobre todo espíritus, algunos podía ser espontáneos. Siendo tocada la luz por un visitante inoportuno, la piel del dedo del médium se abrió y esa parte se hinchó.


La música fue oída cuando algún instrumento estuvo presente, también sucedía al aire libre:

“Oímos las campanas de hadas “escribe la Sra. Speer, una amiga de Stainton Moses,” tocando en diferentes partes del jardín, donde nosotros andábamos; de vez en cuando ellas sonaban lejos, aparentemente tocando en lo alto de algunos árboles, de altos olmos, la música y las estrellas estaban a la vez, evidentemente nos siguieron  a la zona de la sesión, que fue realizada en una habitación que daba al césped. Después de terminar, la música todavía estuvo con nosotros, sonando en una esquina de la habitación y de la mesa redonda donde estuvimos sentados. Tocaron escalas y acordes por petición, con gran rapidez y copiaron las notas cantadas por el Dr. Speer ¡después de que Moses estuviera en trance la música era fuerte y sonaba como si tocara de manera brillante un piano! Pero no había ningún instrumento en la habitación.


Olores de almizcle, verbena y heno recién segado, junto con un olor desconocido, bajó como en cascada durante las sesiones. A veces esto ocurrió al aire libre. Stainton Moses creyó que esto fue empleado por los asistentes invisibles para armonizar las condiciones. Alguna vez no apareció la música por parte de sus “mandos”. Una neblina luminosa apareció alrededor de la silla de un asistente nuevo. El perfume emitido parecía esparcirse desde el techo, a la misma vez. Había gran particularidad sobres estos olores. Fueron restringidos a la habitación, limitados a una zona, o una valla, que no penetraban más allá. Era posible andar de afuera a dentro. Dentro la temperatura era fresca y el olor intenso, fuera era la temperatura más caliente y sin rastro del olor. Los bordes de la zona estaban claramente delimitados. Si las condiciones eran desfavorables, los olores eran acres y los más intensos se conseguían en el centro. También aparecían olores desagradables. De vez en cuando los asistentes fueron apestados en la habitación por un horrible olor que lo impregnó todo durante 24 horas. Tales olores siempre eran asociados a espíritus oscuros.

Sólo unas personas escogidas, los amigos de Stainton Moses y de vez en cuando William Crookes, atestiguaron estos fenómenos. Por lo general los comunicantes invisibles eran fuertemente contrarios a la introducción de forasteros. Ellos no tenían ningún deseo de exponer su poder más allá de convencer a Moses y a sus amigos con las peticiones supernormales. Pero los registros eran excelentes. El  Dr. y Sr.  Stanhope Speer descubrió numerosos escritos que estaban en los cuadernos de Stainton Moses, ahora conservado en la Alianza de Espiritualismo (Spiritualist Alliance) de Londres. F. W. H. Myers, el gran pionero de la investigación psíquica, en Human Personality, la piedra fundamental de una nueva filosofía cósmica fue estudiado por Myers, después de la muerte de Stainton Moses, con un minucioso análisis llegó a la conclusión sobre estos fenómenos:

 “Ellos no fueron producidos de manera fraudulenta por el Dr. Speer u otros asistentes. Consideró demostrado tanto las consideraciones morales como la veracidad de los relatos que ocurrían cuando el Sr. Moses estaba solo. Y si el Sr. Moses huviera producido los hechos de manera fraudulenta de igual manera lo considera algo física y moralmente increíble, como completamente incoherente a tenor de sus propios informes y los de sus amigos. Por lo tanto considero que los fenómenos relatados en realidad han ocurrido de una manera totalmente supernormal.”

Stainton Moses no eran un médium profesional. Su carácter e integridad eran tan altos que obligaron a Andrew Lang a advertir a los defensores de  la opción de fraude, de que la explicación está entre lo milagroso tanto en lo moral y en lo  físico.” Frank Podmore era casi el único crítico quien prefirió creen en un milagro moral más que en el milagro físico. Pero había pruebas del milagro físico. Contra lo moral todo podía ser atacado.

Además, los operadores invisibles eran totalmente conscientes de que los milagros no podían demostrar la supervivencia humana. Después de todo, la inteligencia de las manifestaciones podría provenir de otro humano, entonces ellos trajeron entidades que reclamaban haber vivido recientemente sobre la tierra y vinieron para demostrar su identidad.

El caso del suicidio de Steam-Roller (Apisonadora) fue un caso bastante famoso de la literatura espiritualista. El 10 de febrero de 1874, durante un profundo trance, la mano de Moses escribió: “me maté hoy”, esto fue precedido de un dibujo muy grosero “ debajo de una apisonadora, en la calle Baker , por donde pasaba”, esto fue escrito. El médium dijo “sangre” varias veces señalando a lo lejos. El espíritu pidió el rezo. Al día siguiente Moses y el Dr. Speer anduvieron por la calle Baker y preguntaron al policía de turno si había ocurrido allí algún accidente. Él nos dijo que un hombre se había matado por una apisonadora a las 9 de la mañana y él mismo había ayudado a llevar el cuerpo al Marylebone Workhouse.

El único defecto en el caso era que Pall Mall Gazette había publicado una pequeña columna esa misma tarde con el suicidio y esto inconscientemente podría haber sido visto por el médium. Pero este defecto fue completamente eliminado en el caso de Blanche Abercromby. Su mensaje era tan íntimo que Stainton Moses lo puso en la parte de abajo, en los bordes de las páginas de su cuaderno. Estos fueron descubiertos casi 20 años más tarde por F. W. H. Myers. La escritura estaba hecha por la mano de la señora que había muerto aquel día. Tanto el hijo de la señora como un experto en caligrafía establecieron la total identidad.

Nadie sospechaba más en los trucos de su propia mente subconsciente que el mismo Stainton Moses. Él con mucho esfuerzo intentó separar sus pensamientos de los transmitidos.

“Cultivé el poder” él escribe “de ocupar mi mente con otras cosas mientras que a la vez realizaba la escritura automática, fui capaz de leer un libro complicado y a la misma vez escribir un razonamiento de manera regular y conexo. Los mensajes escritos fueron extendidos en muchas páginas y eran correctos, sin ninguna falta de composición y a menudo con vigor sostenido y belleza en el estilo.”
 
De vez en cuando, hasta prescindía de su mano. Los mensajes eran escritos sobre papeles que estaban en el suelo, debajo de la mesa, donde nadie podría haber escrito. A veces aparecía de manera visible, con colores y ante los ojos del médium, sin empleo de un lápiz o una tiza.

Las famosas Enseñanza del Espíritu (Spirit Teachings) son parte del diálogo, esto es, las respuestas a las preguntas que Moses dirigió a sus interlocutores invisibles. El tono hacia él era habitualmente cortés y respetuoso. Pero de vez en cuando había cosas que se podía criticar. Esto era uno de los motivos de por qué Moses estaba en contra de permitir la inspección de sus cuadernos durante su vida. Las enseñanzas fueron expresadas en tonos de alta moralidad y un gran objetivo espiritual. Ellos sondaron profundamente en los problemas de la existencia y del futuro del hombre. Esto no significaba una nueva enseñanza, pero si un nueva interpretación y purificación de la viejas ideas. Los seres que aparecieron, tenían nombres como Imperator, Preceptor, Prophet, Rector, Vates, Prudens, etc.,  deseando hacer como hizo Jesús con el Judaísmo, reestructurar en el cristianismo. El Imperator, era el líder, quien siempre firmaba con una cruz y un S. D. ( Servus Die) y decía que podía comunicarse con Jesús a través del Preceptor. Su presencia revelaba siempre inspiración y temor. Siendo exigida su identidad el 6 de julio de 1873, el Imperator arrancó el velo con tales palabras dramáticas: 

“Conozca, entonces, para qué fui encarnado en la tierra, durante aquellos terribles días de desolación, logré la vuelta de la gente de Dios, fue en la ciudad de Persia gracias a Nehemiah: los días en que los sacerdotes eran corruptos y corrompieron a la gente, cuando el servicio a Dios fue descuidado y profanado y cuando la gente perdía todo el conocimiento directo en la presencia del Mensajero de Dios. En aquel tiempo viví y compartí con la expresión humana el mensaje profético, por ahora le llevó a usted un conocimiento más completo y más claro de Dios y que en aquel entonces revelé. Cuando Hehemiah estuvo de pie, delante de ellos para devolver la gente a Dios, yo, Malaquías, Angel de Jehová, el Mensajero de Dios, como me llamaron, estuve a su lado y profeticé el juicio de Dios.

La revelación tuvo un efecto aplastante sobre Stainton Moses. Él no era ningún idiota, tenía grandes conocimientos intelectuales, una mente penetrante y bien equilibrada ¡Personajes bíblicos, sabios antiguos y filósofos (Malaquias, Elijah, Daniel, San Juan, Solón Bautista, Platón, Séneca, etc.) comunicándose con él! Nada podría haber sonado más absurdo. Él luchó contra esta situación, con una obstinada persistencia y una y otra vez fue reprobada su incredulidad. Él indicó la imposibilidad de demostrar la identidad de los espíritus antiguos, el Imperator contestó que las declaraciones incapaces de probar deberían ser aceptadas como verdaderas, alegando que otras si se había podido verificar. Él argumento era impecable. Moses por fin capituló. En la introducción a las Enseñanzas del Espíritu (Spirit Teachings), escribió:

“Juzgados como a mi me gustaría ser juzgado, ellos eran quienes fingían ser.”

A las enseñanzas de Stainto Moses se opusieron durante un largo tiempo. A la luz de la rígida ortodoxia, ellos parecían casi blasfemos. Pero nada demuestra mejor la influencia en aquella época que casi todas estas enseñanzas ahora están incorporadas en el cristianismo liberalizado. Una proporción grande de la Iglesia Anglicana, modernista y no conformista, los acepta de manera incontestable.

El Imperator y su grupo lograron su objetivo. Esto no importa si fue el contacto  de Malaquias o uno de sus ayudantes. El mismo Moses dudó y mostró la vacilación después de que los milagros cesaran. Estos sucesos fueron de gran valor y demostraron ser dignos de la fuente que decían ser.

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