- Maravillosos Fenómenos en una Casa Encantada



MARAVILLOSOS FENÓMENOS EN UNA CASA ENCANTADA

- F. P. –

El domingo  29-Julio-2012,  por la tarde recibí una llamada de una persona bastante conocida, quería contarme algo relacionado con los misterios y que me interesaría, ya que es bien conocido entre mis amistades mi interés por las ciencias psíquicas. Pensé que sería alguna intuición que había tenido o algo así. Me preguntó si estaba disponible para venir a mi casa a contármelo. No pasaron muchos minutos cuando llegó a mi casa la Srta. M.

Conozco perfectamente a la Srta. M. y es de fiar, no hay ningún temor de engaño consciente. Ella posee carrera universitaria. El relato entero, lo expongo seguidamente en este párrafo, voy a explicar todos los sucesos cronológicamente, aunque a mí se me fueron contados el día 29 y 30.

En una casa donde vive la Sra. J. con su marido, mayores en edad estaba sucediendo algo. Ellos se encargan de cuidar por las mañanas a dos niños, de 13 y 6  años, familiares. Llegan por la mañana y se quedan allí mientras que su madrastra trabaja y luego pasa a recogerlos para llevárselos.

 A principios de Julio, en la primera semana, adquirieron unos muebles de la hermana fallecida del marido de la Sra. J. Al parecer, la casa que está en otra ciudad quieren apañarla para ser vendida pero los muebles estaban estorbando así que la familia decidió repartirlos entre los familiares, y así se hizo. Bastantes cosas fueron a parar  la casa de la Sra. J.

Al día siguiente o esa misma semana de tener los muebles en la casa sucedió algo extraño, el teléfono que es de pared parecía emitir sonidos, unas voces como cuando se llama algún centro de comunicación de telefónica. Este extraño hecho, el de las voces saliendo de la zona del teléfono era desconcertante.

Sucedía bastante a menudo esto, así que la Sra. J. llamó a su compañía de telefonía para que arreglaran el teléfono. Fue un técnico y cambió el teléfono, pero seguía sucediendo lo mismo, seguían oyéndose las voces del teléfono pese a estar colgado. Cansada de esto, la Sra. J. tomó otra decisión más drástica, cambió de compañía de teléfono. Nueva compañía, nuevo teléfono, nuevamente las voces.

Esto se desarrolló durante dos semanas de forma constante del 9 al 24 de julio. El martes 24 de esta semana nuevos fenómenos se presentaron de improviso. Estos nuevos fenómenos se presentaban a plena luz del día, después de las 11 de la mañana. De repente la luz de la habitación se encendió sola. El tipo de interruptor de la casa es “tecla”, tamaño mediano. Las luces eran encendidas en una y otra habitación sin que en ellas hubiera nadie.

Tras este suceso fue avisado un electricista vecino que revisó la instalación, pero no encontró nada mal. Las luces de todas las habitaciones se encendían solas, a plena luz del día luminoso, y parecía que sucedía después de las 11 AM.  En una habitación de la parte de arriba de la casa, un camarote, la luz fue también encendida, en ese momento no había duda, arriba no había subido nadie.

Fue llamado un segundo electricista, el cual revisó todo de manera más exhaustiva, las luces, el cuadro eléctrico, la caja de la calle, … todo correcto y conectado. De repente al salir todas las luces de la casa se encendieron a la vez. El pobre electricista salió de la casa pálido y afirmando “Señora, para esto no tengo ninguna explicación.” Un tercer electricista fue y tampoco encontró nada anómalo.

La gente de la casa, familiares y vecinos estaban cada vez más nerviosos y desconcertados, en contraste, los niños eran ajenos a todos esos temores, andaban por la casa y jugaban como si con ellos no fuera nada, no percibían miedo ni tensión en estos fenómenos.

En la mañana del viernes 27, había 4 personas en la casa, la Sra. J., su marido y los dos niños, otros fenómenos aparecieron. Un reloj colgado en la pared que estaba roto comenzó a funcionar, las luces se encendían. La Sra. J. llamó a una de sus hijas para que fuera corriendo. El niño mayor vio como el cable de la televisión (que estaba desconectada) se levantó y se enchufó a la pared.

Los nervios de la familia empezaban a agotarse. Fue avisado el cura de la ciudad para que fuera a bendecir la casa. A las 5:30 PM. llegó el cura a la casa y realizó el ritual de bendición.

El sábado 28 por la mañana todo seguía igual. La Srta. M. vi moverse una silla, giró unos 45 grados, arrastrando las patas (esta silla estaba colocada para mantener la puerta abierta ya que estos sucesos se producen cuando más calor hace en el día, por la mañana entre las 11 y las 2 de la tarde). A las dos parece que todo empieza a relajarse, y los fenómenos desaparecen poco a poco. Ella también fue testigo directo de una luz que se encendió en una habitación donde no había nadie.

El vecino (primer electricista) estuvo también esta mañana, al parecer es algo bromista y su forma de manifestar el nerviosismo fue la de preguntar en voz alta. Estando dentro de la casa decía: “¿Qué quieres?” -  y la luz de la habitación se encendía, la apagaban y volvía a preguntar. “¡¿Pero qué quieres?!” – A cada pregunta, la respuesta venía a través del encendido de una de las bombillas. Se oyeron golpes en las paredes.

El niño mayor estaba sentado a la mesa y sufrió un empujón hacia atrás, como si algo lo pusiera recto en la silla.

También este sábado por la mañana volvió el cura a bendecir por segunda a la casa. Además añadió que esto se debía a un espíritu.

Fue consultada en una ciudad cercana a una médium. Ésta les dijo que eso estaba producido por un espíritu, y que tenían que hacer una limpieza de casa, deberían utilizar amoniaco para limpiar todas las habitaciones. Así que ese mismo sábado por la tarde se pusieron a ello.

Conforme fueron dando amoniaco por las habitaciones, los fenómenos tomaron más intensidad. Las cucharas de encima de la mesa saltaron al suelo, la lámpara comenzó a girar, dando vueltas en el sentido de las agujas del reloj, un botijo se rompió. Cuando se asomaron a una de las habitaciones, donde no duerme nadie, un armario que había estado cerrado con llave, estaba abierto y una percha con varias camisas estaba ahora encima de la cama. El niño mayor dijo que había visto como se abría el armario, y una percha con las camisas salían del armario, descolgándose de la barra y depositándose en frente donde estaba la cama no muy lejos. Una curiosidad que detectó el niño es que la percha iba como “botando”, bien pudiera ser por el peso que mantenía la percha, ya que en una estaban colocadas varias camisas. También se observó que pese a que había más ropa en el armario, sólo se había sacado las camisas del marido de la Sra. J., nada más fue tocado de dentro.

En esa misma habitación había una mesita, en un lado el armario mencionado, y en el otro lado una mesa camilla. La Sra. J. que es muy devota había depositado una virgen encapsulada en la mesita, esperando que la ayudara y fue encontrada en la mesa camilla, que está unos 3 metros con el armario por medio.

Un rosario extendido llevaba la Sra. J. en su mano, de pronto, éste giró la parte que tenía colgando y se enrolló hacia arriba en el brazo. Las puertas se abrían y cerraban. Una pesada máquina de coser sobre un soporte fue movida, el soporte no tiene ruedas.

El viernes o sábado, la hija de la Sra. J. tuvo una llamada de la casa de su madre, pese a que estos días había estado descolgado el teléfono. Una de las pruebas que se les ocurrió fue meterse en una habitación, con la luz apagada y lanzar fotografías, pero nada se obtuvo. También el muchacho recibió un puñetazo.

A estas alturas una explicación fue propuesta, puesto que los fenómenos suceden por un espíritu puede ser el hermano de la Sra. J. fallecido hacía más de un año y medio, o la hermana del marido de la Sra. J., fallecida hacía tres meses. Esta última elección parecía que cuadraba más. Ella había fallecido cerca de las 11 y los fenómenos suceden después de esta hora. Las camisas que salieron del armario eran de su hermano. Todo parecía indicar que el espíritu de la hermana del marido de la Sra. J. estaba manifestando su desaprobación por el reparto de sus muebles, y quería dejar patente su enfado realizando estas cosas.

Planteada la hipótesis,  la solución era fácil, si retiran los muebles y los llevan a su lugar todo quedará como antes, la paz volverá para todos.

La mañana del domingo 29 se dedicó a la recogida de los muebles de la casa de la Sra. J. y de los demás familiares, poco a poco fue sacado todo, las camas desmontadas, … todo antes de las 11 de la mañana, por lo que pudiera suceder. Cargados en una furgoneta fueron llevados a un campo a la espera de ser repatriados a su casa original después de darles las explicaciones a los familiares que no conocían nada. Sólo quedó en la casa del la Sra. J. por recoger el armario y la máquina de coser.

Los fenómenos empezaron a manifestarse con intensidad martes, miércoles, jueves, viernes y el peor día, el sábado debían haber sido los últimos, y así parecía. El domingo todo fue tranquilidad, en la casa de la Sra. J. se juntaron como siempre los familiares y nada raro sucedió.

El lunes 30-8-2012 recibí una nueva llamada. Era la Srta. M., con quien había tenido una conversación el día anterior donde le expliqué las diferentes hipótesis que hay en referencia a los poltergeist, no necesariamente tiene que haber ningún espíritu o demonio involucrado, le expliqué entre otras cosas que existe la fuerza psíquica que algún miembro de la familia inconscientemente pudiera estar generando. Le pregunté si había siempre alguien cuando sucedía eso, y me dijo que no, pero la llamada era para decirme que sí, tenía razón había un foco.

Los fenómenos habían vuelto de nuevo el lunes por la mañana, pero esta vez  más tarde, coincidiendo también con la llegada más tarde a la casa del niño de 13 años (su  hermano había llegado horas antes). A los cinco minutos de llegar el niño empezó a girar la lámpara, las tapaderas de los envases empezaron a ser lanzados, una tapa de un embase de plástico pasó cerca de la cabeza del marido de la Sra. J. Las luces volvían a encenderse. El teléfono volvía a sus andanzas, de esa zona volvían a oírse voces. Un vaso de amoniaco fue derramado.

Todas las sillas giraban sobre sí mismas y caían hacia atrás. El niño sufrió dos empujones mientras estaba sentado a la mesa. El segundo empujó fue de bastante violencia, tanto es así que necesitó unos minutos en recupera el aliento, ya que su estómago fue a parar al borde de la mesa. Este hecho fue visto por muchas personas

La madre (no biológica) cogió al niño y se lo llevó en el coche. En ese momento todos los fenómenos remitieron.

El lunes 30 por la tarde el niño estuvo con tres personas en la casa de la Srta. I, junto con la Srta. M. y su hermano. En este momento fue cuando se dieron cuenta del posible foco de los fenómenos, siempre sucedía cuando el niño estaba en la casa.

Decidieron que la Srta. M. y su hermano fueran a comentárselo a los familiares que estaban en la casa de la Sra. J. Estaban a punto de salir cuando la Srta. I. por la ventana les avisaba de que volvieran.

El niño le dijo a la Srta. I. que no se fueran, que iba a pasar algo malo si se iban. Así que la Srta. I. se asomó a la ventana y chilló para que volvieran. Al regresar, el niño tenía una marca en el brazo, de unos 20 centímetros, longitudinal a la altura del antebrazo, y horizontalmente y cruzando la raya anterior había tres rayas rojas, de 1 cm de anchura, de de unos 4 centímetros, como de dedos, la señal que se queda como cuando se agarra a alguien del brazo para que no se vaya, el niño dijo que sintió un poco de calor en la zona.

Estando allí con el niño observaron que los teléfonos móviles no podían llamar a ningún lado, tuvieron que salir a la calle. Tenían cobertura y la gente podía llamarles, pero ellos no. Parece que esto se mantuvo durante un tiempo después aún sin estar el niño presente.

La Srta. I. aprovechó la estancia con el niño para hacerle algunas preguntas , por ejemplo si sabía por qué pasaba esto, el niño dijo que no, pero que estaba tranquilo en la casa de su abuela, sentía que pasaba por él, pero que no tenía miedo, sabía que era bueno. Se le preguntó si percibía algo, y dijo que no; también preguntó si oía voces, ninguna dijo él, aunque si afirmó que había llegado a ver un punto rojo de luz.

Afirmó que sabía que era bueno y que le gustaría pasar la noche con las luces apagadas en el camarote de la casa de su abuela, él solo, así sabría por qué pasa todo esto.

Cuando descubrieron el foco la Srta. I y M. avisaron a los familiares, en ese momento había muchos vecinos cotillas, y la gente empezó a llorar a tomar conciencia de ello. Al principio no las creían, pero había demasiadas evidencias para dudarlo.

El niño dijo que había visto más cosas, pero que no las decía porque como nadie más las veía, pues no le iban a creer, así que prefería callarse. También dijo que llegó a oír rasguños. El niño necesita bastante las clases particulares, no es un niño que sea brillante ( y de vez en cuando se le ha recalcado que debe ser más listo) , por eso le dan más credibilidad a lo que cuenta, ya que cuando contaba todo esto se mostraba como si de un asunto serio se tratase, como cuando habla sobre algún tema del colegio, y no se siente que pueda estar gastando bromas o llamando la atención.

Pude averiguar un poco de historia pasada. Los dos muchachos tienen una hermana mayor, que en este momento no está con ellos, está con su madre en otra ciudad. Nunca antes les había pasado nada, aunque en la casa si apareció alguna vez la ropa fuera de lugar o alguna cosa cambiaba su ubicación, los chicos eran renegados por tal estropicio.

En una ocasión un tenedor se deslizó unos 10-15 cm por la mesa y cayó al suelo, sin que nadie lo tocara y sin que hubiera viento ni ninguna fuerza visible que hiciera esto.

La madrastra tiene formación universitaria, psicóloga, aunque ahora no se dedica a ello, tienen muy buena relación los niños con ella. A los niños les gusta jugar en la casa de su abuela, ya que después de comer su abuelo pone “colchonetas” en el suelo, y ellos se tiran encima.

Se contactó con una segunda “médium”, esta vez les dijo que en la casa había dos espíritus, uno bueno y otro malo, y el martes 31 iría a la casa a poner unas hierbas.

 Otra razón posible por la que el niño quiere ir a la casa y estar allí es porque estos fenómenos se produzcan como descarga nerviosa, de manera que esa tensión acumulada se exterioriza cuando llega a la casa quedando el niño tranquilo, como cualquier persona que después de trabajar se va al gimnasio o sale a correr, descargando esa tensión.

La Srta. M. y la Srta. I. me dieron toda esta información estos días, y yo apunté con interés, pedí que si sucedía algo de intensidad otra vez, si la familia lo permitía me llevara para comprobarlo y realizar pequeños experimentos, ya que lo más probable no es la teoría de un espíritu o un demonio, sino la de la fuerza psíquica exteriorizada por el niño,  a los 13 años es una época conocida para la generación del poltergeist. Así que no insistí mucho, no estaba en la mano de estas dos personas que yo fuera.

No volví a tener noticias de ellas hasta 4 días más tarde, el viernes 3 de agosto. La Srta. M. llegó y me contó que no quería saber nada más, que no me contaría nada, no porque no quisiera, sino porque ellas habían decidido no saber nada, estaban enfermando.

Una fuerte sugestión y autosugestión actuó sobre mis dos fuentes de información, decían que se quedaban sin energía delante del niño, así que lo evitaba, tenían que dormir con la luz encendida, habían perdido peso, perdían la capacidad de hablar, empezaba a dejar de ser ellas, la tristeza les apoderaba. Todo esto está fundado porque creen que la fuente de todo está en un espíritu o demonio que actúa sobre ellas.

El gran temor que aparece en esto casos y así se me fue formulada la pregunta por la Srta. I.: “¿puede pasar lo mismo en mi casa?¿puede empezar a pasar en mi casa? Mi respuesta fue que no, si alguien se junta con una persona que sufre de insomnio, no tiene por qué sufrir también insomnio a partir de ese momento.

Cuando se instaura en la mente la idea de un espíritu que produce estos fenómenos, de poco sirven otras explicaciones. Si es un espíritu, ¿por qué no puede venirse ese espíritu a mi casa o llamar a otros espíritus?, evidentemente no se puede decir que no pudiera si piensa que es un espíritu. A partir de esta idea, puede generarse todo tipo de pensamientos y fantasías generadoras de desconfianza, sin un muro mental que las detenga pueden producir verdaderas enfermedades físicas y mentales.

En la historia ningún poltergeist o médium a sufrido muerte por estos fenómenos, ni tampono enfermedades, ninguno ha tenido que ser hospitalizado (quitando los casos en que se producían materializaciones y éstas eran mal manipuladas). El mayor peligro de todo esto viene de la parte de la psicología normal, el desconcierto genera inseguridad y terror, la gente rápidamente busca una explicación lo más lógica posible, y al rescate sale el espiritismo, pero la tranquilidad que trae la explicación trae también consigo consecuencias, como el temor de que esos fenómenos se extiendan a otras casas. Toda explicación alternativa es escuchada, pero desechada con la misma rapidez como se sale de la sala de la explicación.

Lo único que pude saber más es que el niño ya no va a la casa de su abuela, pero en su casa están pasando ahora algunas cosas. Le pedí a la Srta. M. que cuando hablase con su tía (madrastra de los niños) le dijese quién soy y que quería hablar con ella. El objetivo es tranquilizarlos, decirle que hay más explicaciones que no tienen por qué estar involucrados los espíritus, demonios y demás, que me permitiese realizar pequeñas mediciones y así coger todos los datos posibles, de manera que en el futuro pudiese ayudar a otras personas que les sucediese cosas parecidas, y también ayudaría a la ciencia psíquica.

El avance puede ser difícil porque la idea del espíritu como fuente es puesta por las personas de manera rápida, todo parece que encaja mejor, y si algo no funciona fácilmente se puede modificar, y es muy difícil hacerles comprender que hay más explicaciones, el temor se apodera de las personas y tienden a olvidar o evitar los fenómenos.

Todas estas manifestaciones son bastante relevantes para las ciencias psíquicas, pero por desgracia no puedo estar seguro del todo. Cuando comenté esto a un amigo físico bien me apuntó que debería registrar algo, ya que bien podía ser una alucinación colectiva. Presiento en el fondo que no fue ninguna alucinación colectiva por la duración de los fenómenos (días) y por los hechos tan claros, pero no puedo asegurarlo del todo, mi naturaleza científica me obliga a por lo menos hacer una observación propia.

Ésta es toda la información de la que dispongo y la hipótesis que planteo. No tengo ningún dato después del día lunes 30, excepto unos pocos detalles del viernes 3. Si hubiera suerte y Dios lo quiere, podré hablar con la madre y obtener más información y comprobar de primera mano la situación, aunque a esta fecha es improbable que tenga ningún contacto con ella. Creo que se ha desperdiciado una buena oportunidad para el avance científico, ya que estaba dispuesto, había preparado cosas y tenía tiempo para ello, pero no siempre salen las cosas como uno quiere, quién sabe si en el futuro dispondré de otros casos iguales o más impresionantes con otros médiums.

Si alguna vez le sucede algo así tenga en cuenta que debe mantener la tranquilidad. Cuantas menos personas se enteren mejor. Los vecinos chismosos deben ser expulsados del lugar, debe evitarse cualquier medio de comunicación de ninguna clase, por muy expertos que digan ser o conocer, no deben dejar que interaccionen.

Debe informarse de todo lo que se conoce hasta el momento de los poltergeist, aunque hay poca literatura disponible de manera normal, se llevan investigando desde hace más de 150 años, en internet puede encontrarse cosas interesantes. Comprender que hay más teorías que la del espiritismo, la fuerza psíquica generada por el inconsciente o por una inteligencia que utiliza la fuerza psíquica de alguna persona, estas teorías son igual de válidas que la del espiritismo, aunque a lo mejor son menos atractivas.

Debe tomar todos los datos posibles, fotografías de los objetos, si oye algo intente grabarlo, cualquier cosa que ayude a descartar la opción de la alucinación colectiva, un testimonio de alguien externo a la familia y a la casa puede ser también interesante. Debe de frenar a su imaginación y ser espectador de los fenómenos, no invente explicaciones a la ligera, eso puede llevarle a sugestionarse y producirle más daño que los propios fenómenos.

Cualquier dato o detalle puede ser interesante para los científico, en este caso por ejemplo, el propio niño propuso un experimento interesante, el cual fue denegado (desgraciadamente) por los mayores, propuso echar en el suelo debajo de las sillas harina, para que cuando se moviesen ver las rayas que hicieran las patas. Esta propuesta estuvo muy bien hecha, pero los adultos estaban más pendientes de sacar implicaciones y temor de su teoría espiritista  que de centrarse en conseguir pruebas e información.

Si tiene sucesos así, invente pruebas y realícelas, anotándolas en una libreta, puede probar con una brújula para ver si hay oscilaciones magnéticas, llevar una campanilla, si esta se mueve la oirá, tizas y alguna pizarra,… dependiendo de lo que se manifieste y la intensidad así debería diseñarse los experimentos. Esto podrá posteriormente ponerse en internet y ayudar a otras personas presas del terror en que en su misma situación y no saben qué hacer

Se recomienda tranquilidad, información, dejar que esta tensión nerviosa se disipe a través de los fenómenos y no alimentarlo con más personas nerviosas y asustadas que puedan generar más energía a los poltergeist, unos ejercicios de relajación y deporte pueden ayudar, y ser contemplativos, si una silla cae, se levanta y ahí queda todo, no pensamos nada  más. También sería de gran interés avisar a alguien que verdaderamente sepa conducir estas cosas y la toma de datos y experimentos sencillos. Llamar a otras personas como curas, médiums, … es concluir que hay un espíritu, y como en muchas ocasiones, cualquier actuación de ellos no tiene ningún efecto en los sucesos. Si llama alguno de ellos procure hacerlo por curiosidad, sin esperar grandes resultados, puede servir como experimentos, ya que esta fuerza psíquica reacciona como se vio al amoniaco y a las figuras religiosas, siendo interesante estos datos. Eso sí, si algún médium le cobra un cantidad grande de dinero, no se deje llevar por el miedo, no contrate sus servicios, porque no van a servir para nada y se quedará con menos dinero.

No niego que haya un supuesto espíritu detrás de estas manifestaciones, pero bien pudiera ser el inconsciente del niño, el de algún adulto presente, el de varios adultos según la ocasión, el de todos, el de un espíritu, … hay muchas opciones, y como no se puede saber con certeza que inteligencia es la generadora debemos seguir sus indicaciones pero sin concluir de donde sale todo, porque bien puede ser una u otra fuente, como no lo sabemos, debemos suspender todo juicio, y centrarnos en la recogida de información y datos que nos den alguna respuesta de los mecanismos que funcionan y de paso si sacamos alguna conclusión de la fuente, pues mejor, pero no como objetivo final.

Para plantear los experimentos y medidas podemos pensar en algún momento en actuar como si un verdadero espíritu estuviese ahí, pero solo como medio de actuación. Por ejemplo, los ópticos utilizan la óptica geométrica, imaginan que los rayos de luz son flechas rectas que atraviesan el espacio, llegan a las lentes, espejos, prismas,… se tuercen según la geometría de estas y sale hacia fuera, donde se cruzan estas flechas generan la imagen que vemos. En ningún momento se les pasa por la cabeza que la luz son flechas de verdad, pero el modelo les funciona y así avanzan y diseñan nuevos modelos de lentes. Pues esto es igual, supongamos que es un espíritu, diseñemos experimentos para detectarlo y hagamos caso a lo que nos dice, pero no tenemos por qué pensar que de verdad es un espíritu, en nuestro caso será un modelo como el de los rayos en geometría.

Si hubiera alguna novedad añadiría una segunda parte a partir de aquí.


RESUMEN DE SUCESOS:

-Sonidos de voces del teléfono estando colgado
-Luces que se enciende a pleno día.
-Todas las luces de la casa se encienden a la vez.
-Golpes en las paredes.
-Reloj roto empieza a funcionar.
-Cable de la televisión se levanta y se enchufa.
-Silla se mueve.
-Responden a preguntas encendiendo las luces.
-Cucharas salen volando.
-Botijo se rompe
-La lámpara empieza a girar.
-La llave del armario gira y este abre la puerta.
-La percha vuela, con pequeños botes y cae en la cama..
-Un adorno de 10 cm de la virgen cambia de mesa (recorre 3 metros)
-Un rosario se enrolla en el brazo.
-Una pesada máquina de coser se desplaza.
-Reciben una llamada de un teléfono descolgado.
-Todas las sillas a la vez giran y caen.
-Visión de un punto de luz roja.
-Un vaso de amoniaco es vertido.
-Las tapas de envases (taper) pasa volando cerca de la cabeza del abuelo.
-Arañazo y muestras de 3 “dedos” en el brazo.
-Los teléfonos móviles pierden capacidad de llamar.
-El niño es golpeado y lanzado con violencia hacia la mesa.