El capítulo 21: Poseyendo el Poder del Alma de las Cosas - Nandor Fodor



El capítulo 21: Poseyendo el Poder del Alma de las Cosas

Historia de Stanislawa Tomczyk

- Nandor Fodor-


E
stados psíquicos a menudo revelan un profundo simbolismo con  la imaginación poética. El pájaro azul (Blue Bird) de Maeterlinck está lleno de ideas cuya base está en las verdaderas investigaciones científicas. Tyltill y Myltill giran el diamante y liberan el alma de las cosas. En la filosofía esotérica tiene un significado adjunto a este incidente. Es esto una realidad duradera , la idea y no su manifestación en la materia. La forma material es efímera, las ideas viven. Los pensamientos son cosas y en ese sentido las cosas tienen alma.          



Señorita Tomczyk y Doctor Ochorowitz, conferenciante en psicología en la Universidad de Lemberg. Con rayos Invisibles rígidos que emanan de sus dedos señorita Tomczyk levanta las tijeras.


Ciertas extrañas experiencias en la investigación psíquica dan cierta veracidad a este concepto, e indican la posibilidad de verificar lo definido. Nadie podría haberse sobresaltado más que el autor, el Dr. Julien Ochorowicz. Mientras fue conferenciante de psicología en la Universidad de Lemberg, el tuvo la fortuna de descubrir a la Srta. Stanislawa Tomczyk, de Wisla, Polonia, con poderes desconocidos que en fondo desconcertaban. Ella era su paciente, que con regularidad hipnotizó con objetivos terapéuticos. Bajo hipnosis, la muchacha reveló una personalidad diferente, que se correspondía con el nombre de Little Stasia .

Ella era capaz de cosas más allá del poder normal humano. Podía parar un reloj mirándolo. Podía producir el movimiento de objetos sin contacto. Podía influir en cierto grado, de manera que un número elegido por la médium salía más a  menudo que de manera casualidad.

Como una trabajadora de milagros era alguien sin par. Ella tenía una personalidad sin ninguna malicia y sin realizar ningún tipo de trucos. No sabía que era. Pero no pensó que fuera el espíritu de una persona muerta. Mientras que ella no tuvo que ser alguien y no sufría de las limitaciones de personalidades secundarias. El Dr. Ochorowicz la etiquetó como “ la doble “ médium. Su principal razón de esto fue que Little Stasia  demostró que tenía cuerpo. Aquel cuerpo no era el cuerpo físico de Tomczyk.

Ésta es una declaración alarmante. Por suerte, Ochorowicz nos presentó una detallada descripción de sus experimentos. El punto culminante vino el 11 de septiembre de 1911, cuando obtuvo la fotografía de una “mano etérica” en una película sensible enrollada que metió en un frasco. La película, se metió en el frasco, que medía tres cuartos de pulgada de diámetro. El frasco tenía un orificio de dos terceras partes de pulgada. Este estuvo cerrado con la mano derecha del Dr. Ochorowicz. Su mano izquierda la puso en la rodilla y lo sostuvo firmemente allí. El médium entonces colocó sus manos rodeando el frasco entre las suyas. Ella pareció excitarse y clamaba para que se cumpliera que una mano pequeña apareciera. Y dijo ella:

“¡Esto es extraño! El frasco parece ampliarse bajo mis dedos; pero quizás es una ilusión. Mis manos se hinchan y dejo de sentirlas.”  


Un ataque de calambre siguió, la médium gritó en voz alta, el Dr. Ochorowicz, después rompió el frasco, desenrollando la película y encontraron en ella impresionada una mano grande con el pulgar a la altura del dedo índice, esto tuvo que encontrarse en la habitación y apareció sobre la película, que era de unos 13 cm de ancho, la mano tenía las características que la de la médium. En la escritura automática, Little Stasia  dio la siguiente explicación:

“Yo he entrado sin ser sentida entre el resquicio de su mano y el orificio del frasco. Entonces resbalé mi mano entre los pliegues del rollo y la luz causó que apareciera , simplemente tuve cuidado de no velar toda la película.”


El Dr. Ochorowicz intentó descubrir el grosor de la  “mano etérica”. Y encontró indicaciones de que ésta era de menos de un milímetro. Y fue autoluminiscente. Ésta, bajo el efecto de la sugerencia podía aumentar o disminuir.
La siguiente etapa fue de desconcierto para sus descubridores, porque en varias “radiografías” encontraron que el anillo de la médium aparecía en el dedo de la mano etérica. Esto parecía indicar que :

1.- Había una especie de eslabón entre el organismo y el objeto que llevaba.
2.- Que la noción oculta de que los objetos materiales tiene cuerpo astral no se limita a los cuerpos vivos.


El anillo no siempre aparecía en las radiografías. Entonces el Dr. Ochorowicz intentó averiguar si los objetos que se llevaban con frecuencia la sensible fácilmente podían reproducirlos sobre la placa. Él escogió un dedal, el cual ella rara vez utilizaba. La médium sugirió que llevase yo el dedal en la mano izquierda, agarrándola con la mano derecha.

“Quizás “ ella añadió” el dedal pasara de su cuerpo a mi dedo”


El experimento parecía absurdo, pero el Dr. Ochorowicz estaba dispuesto. Él cogió una placa de su caja, la marcó y la puso sobre las rodillas de la médium. Ella se sentó a la derecha. Con su mano derecha él sostuvo la mano izquierda de ella, aproximadamente 16 pulgadas por encima de la placa, el dedal estaba en el dedo medio de su mano izquierda que él mantuvo detrás de su rodilla izquierda. Había una lámpara roja que estaba encendida a una distancia de aproximadamente 3 pies. Después de que pasara un minuto, la médium dijo que sentía una especie de cosquilleo en la dirección de su antebrazo, donde se encontraban sus manos. Ella exclamó:

“Ah, que extraño. Algo es colocado sobre la punta de mi dedo...no se si es el dedal; siento que algo me está presionando la punta de mi dedo.”

Cuando la placa fue desenrollada esta mostró que la mano del médium tenía en el dedo medio lo que ella llamó en broma el alma de su dedal.

El Dr. Ochorowicz preguntó aturdido: ¿La imagen era “ un doble” del dedal o es la fotografía de la idea de dedal?

Un examen cercano de la fotografía y la comparación con el dedal demostró que los dos se correspondía exactamente. “ era una copia verdadera del otro, exacto en detalles y dimensión”. Esta exactitud apoya la idea de una impresión directa de algún objeto más bien que una simple imagen el pensamiento. El dedo que tiene el dedal es el más pálido de todos, probablemente el Dr. Ochorowicz sugiere, que la luz causante procedió de ella. Él se inclinó a la conclusión de que la mano etérica que llevaba un dedal etérico produjo la imagen y que el deseo mental dio la luz necesaria para hacer que se registraran en la placa los detalles visibles.

Sin embargo, cuando el se puso a comprobar su conclusión, una cosa extraña paso. De manera desconocida para la médium, él sostuvo en su mano izquierda una moneda de cinco coronas de Austria. En ese momento ella exclamó:

“Veo detrás de usted un objeto blanco redondo...es la luna”

“En ese mismo instante “ escribe el Dr. Ochorowicz  “ vi un destello débil cerca de mi mano izquierda, con la que sostenía la moneda; esto no fue por alrededor, ni un flash, se parecía a un pequeño meteorito, como un fino rayo, alumbrado por encima de mi mano desde el sitio donde estaba la médium.
 
Cuando la placa fue velada, mostró que era la imagen de una luna llena.

“La luna flotando” él escribió, “ sobre el fondo de una nube menos luminosa y es de una forma bastante diferente de los experimentos precedentes.”

El experimento precedente ocurrió el 7 de septiembre de 1911. En la de noche antes, la médium fue impresionada por la magnifica luz del cielo estrellado y en particular por la luna llena, que ella miró durante algún tiempo con admiración. Sobre la placa, en vez de la pequeña mano deseada, lo que apareció fue una luna llena encima de un fondo de nube blanca.

Había algo muy curioso sobre esta fotografía de la luna. El 17 de abril de 1912, la luna estaba eclipsada. Los fotogramas del cinematógrafo revelaron un allanamiento leve de la imagen de la luna en la dirección del eje de rotación. Esta característica aparece en la radiografía del 7 de septiembre. La impresión que se produjo fue doble y vio como si la nube no hubiera sido duplicada. En aquel caso sólo la luna parece que era la que se había movido. ¿Cómo podemos concebir  - se pregunta el Dr. Ochorowicz – este evidente movimiento como una imagen mental?

La siguiente sorpresa se produjo por Little Stasia , proporcionando la prueba de que ella no era una parte doble de la médium. Mientras que el Dr. Ochorowicz tenía una animada conversación con la Srta. Tomczyk en su estado normal, Little Stasia  impresionó una imagen, como prometió, sobre una placa fotográfica en una habitación contigua, oscura y vacía.

El tiempo que necesitó Little Stasia  fue relativamente poco. Esto era uno de los fenómenos que dejaron perplejo a Ochorowicz y al mundo de la ciencia en la que ella fue introducida. Los rayos invisibles rígidos que parecían emitir la Srta. Tomczyk desde las yemas de sus dedos le ayudaban, ante una comisión de médicos, fisiólogos e ingenieros, ella podía levantar las tijeras o cualquier otro objeto en el aire a plena luz, sin ningún apoyo material. Los rayos eran filiformes y actuaban como una linea de fuerza.

“He sentido estos hilos “escribe el Dr. Ochorowicz “ sobre mi cara, sobre mi pelo. Cuando la médium separaba sus manos, el hilo se hace más delgado y desaparece; esto da la misma impresión que una tela de araña. Si esto es cortado con tijeras, su continuidad es inmediata, se restaura. Parece estar formada de puntos; esto puede ser fotografiado y se ve que ocupa más espesor que un hilo normal. Comienza en los dedos. Innecesario comentar que las manos de la médium fueron examinadas cuidadosamente antes de cada experimento."

Cuando estas fotografías fueron echadas, se agrandaron en una pantalla y la estructura psíquica se hizo visible. Se pudo observar que había montañas y nodos a lo largo de ellos, como las ondas de una cuerda que vibra.

Cuando la Srta. Tomczyk levantó de manera supernormal, una pelota, un número entero de filamentos la rodeó como si fuera una red. En una fotografía de una balanza que supernormalmente fue presionada, unos hilos finos, aparecieron visibles como pelos.

El clamor de fraude es totalmente insostenible. De manera fácil es la tarea de ver si se ha introducido pelos genuinos. Eusapia Paladino lo intentó y fue descubierta, pero luego inmediatamente después realizó la hazaña mediante el poder supernormal.

Ochorowicz conocía la existencia de tales hilos invisibles. Hay observaciones que demuestran los hilos, más finos que los de araña, algo parecido a las telarañas conecta al médium con los objetos de la habitación de manera supernormal, poniéndolos en movimiento. La Sra. d’Esperance a menudo se quejaba de una especie de telaraña en la cara. Margery de Boston y muchos de sus asistentes tenían la misma experiencia. Hace dos años, el prof. Karl Blacher, de Riga, relataba sobre sus experimentos con Frau Ideler, ella hizo girar los hilos para lograr movimientos telecinéticos.  Parecía que tiraba de la parte interna de su mano con las yemas de sus dedos. Los hilos parecían ser de masilla, una sustancia elástica, al principio gruesa y luego más fina, eran suaves y secos. Incluso cuando eran manejados disminuían de manera perceptible. Un pedazo fue asegurado y sujetado para someterlo a examen, en un microscopio de la habitación de al lado. Una ampliación de la fotografía microscópica mostraba que esto no era un compuesto de una hebra, pero son muy finos, aunque no organizados. En su composición química, la estructura no era conocida, ni parecida a ninguna tela textil. Curiosamente, el fuego no tenía ningún poder sobre aquellos hilos. Ellos hicieron que la llama se retirara. Pero eran conductores de electricidad.

Tales fenómenos desvisten los fenómenos de las sesiones milagrosas de Espiritualismo y los reduce a hechos de fisiología y de física. Ellos dejan de lado la psicología natural. Aunque, las inteligencias que con tanta eficacia emplean este organismo del médium para tales objetivos, reclaman ser espíritus.  Little Stasia  era una excepción. Pero entonces ella no sabía quien era. Los espiritualistas creen que ellos pueden ofrecer una solución, dicen que ella era una de los muchos que todavía no había despertado del hecho de que había cambiado de mundo, en otras palabras que ella no sabía que estaba muerta.



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