LA BIOGRAFÍA DE LOS HERMANOS DAVENPORT - CAPITULO II




CAPITULO II

NACIMIENTO Y FAMILIARES

Nacimiento, lugar, fecha, y quiénes- Características Familiares – Intuiciones y Previsiones- Infancia – Alarmantes Manifestaciones – Ocupación de los muchachos.

Ira Erastus Davenport  y William Henry Davenport, quienes eran llamados los Hermanos Davenport, nacieron en Buffalo, estado de Nueva York, Estados Unidos de América; uno nació el 17 de Septiembre de 1839 y después el otro el 1 de Febrero de 1841. Había otra hermana, Elizabeth Louisa Davenport, nació el 23 de Diciembre de 1844.

Ira Davenport, el padre nació en Skeneatales, Nueva York, en 1816. Es descendiente de ingleses y se trasladó a América. Su mujer Virtue Honeysett, nació en el condado de Kent, Inglaterra en 1819, y fue a América en su niñez.

En Buffalo estaba la residencia de los Davenport, situada a las afueras de Lake Erie, en el Río Niagara, a veinte millas al sur de las famosas cataratas, estuvieron un periodo de tiempo allí, desde el nacimiento de los Hermanos Davenport; en la emprendedora ciudad donde vivían habitaban unas veintemil personas, y siguió  creciendo la población, tanto que llega hasta cienmil. El Sr. Davenpot, sénior, tenía una plaza gurnamental en la ciudad, en el departamento de policía; aunque trabajaba en especialidades era muy conocido, un hombre de mérito y disfrutaba con las confidencias de la ciudadanía. El padre de su mujer y otros familiares residían en Mayville, en el Condado de Chautauque, más o menos a sesenta millas al Sureste de Buffalo. Tengo que mencionar estas circunstancias porque más adelante serán necesarias en la narrativa.

No he hallado ninguna situación de los progenitores de los Davenport que estuviera relacionado con los fenómenos extraordinarios ocurridos antes de los once años desde el comienzo del relato, que es donde empieza la bibliografía de las memorias de los descendientes. Ellos relataron, en realidad, que entre los familiares de su padre y madre, habían ocurrido muchos eventos que podían considerarse sobrenaturales por  muchas personas, imaginaciones, coincidencias y otras, de esta manera fueron comunes e inexplicables. Por ejemplo, la Sra. Davenport, de joven, en su cabeza, o en su imaginación, un día escuchó una voz en el mismo momento en el que un reloj cerca de ella se paró en el momento exacto en que  su madre moría lejos de allí. Entre los familiares se hablaba de que poseían extraordinarios dones o sentidos, similares a los que antiguamente eran atribuidos a los soberanos de Inglaterra, y  algo como una segunda visión, o previsión, que muchos creían comunes en Escocia. Menciono este asunto, no para dar peso, sino porque esto era una tradición apegada a la familia. Ellos mismos dijeron que el Mr. Ira Davenport, sénior, cuando fue joven vivió circunstancias y momentos de previsión de eventos, visión de lugares y personas, y muchas circunstancias del futuro de su vida, sospecho que esto era poco común en la imaginación de muchas personas.

Durante la infancia de los Davenport, algunos respetables eventos ocurrieron y que puedo recitar, recordando a Ira, de muy joven, su madre se alarmó por los fuertes golpes en la casa, tanto que ella llamó a los vecinos para buscar de habitación de  donde procedían, pero no encontraron nada, ni con que pararlos. Estas perturbaciones coincidieron con una severa  y peligrosa enfermedad del Sr. Davenport que por entonces estaba ausente debido a un viaje (12)

En 1846, la familia fue disturbada por lo que describieron como “raps, golpes, ruidos estrepitosos, chasquidos, crujidos fuertes de muertos en la noche”. ¿Fueron ellos mismos quienes se alarmaron y se fastidiaron ellos mismos? Desconectaron de los hechos relatados, terminaron por olvidar y apartar el pasado.

 Los dos chicos, nacieron en fechas más o menos próximas, pero aún así, llamaba la atención el gran parecido entre los dos. Uno era más alto que el otro, pero eran de una altura media, fuertemente marcados con una bonita fisiología, más en Inglaterra que en América. Tuvieron una educación en la escuela pública de América, y creo, en mi opinión, que sus conversaciones eran superiores a las de otros chicos de similares condiciones. Ellos tuvieron sólo un empleo, ayudaban a sus padres y con sus uniformes repartían periódicos de varias empresas en Buffalo.



(Imagen no pertenece al libro)