- Valiantine en Inglaterra - Capítulo XIV - Una sesión en el Colegio Británico de Ciencias Psíquicas



VALIANTINE EN INGLATERRA

- H. Dennis Bradley –

CAPÍTULO XIV


Una sesión en el Colegio Británico de Ciencias Psíquicas – Dos espíritus hablan en alemán – Una crítica del espiritismo.


19- febrero 1924


En esta sesión Jorge Valiantine celebró sesión en el Colegio Británico  de Ciencias Psíquicas.


De Wyckoff y yo nos hallábamos presentes y además asistieron ocho miembros del Colegio: míster y mistress Hewat McKenzie, mistress de Crespigny, mistress St. Clair Stobart, el capitán Ben Hicks, una dama austriaca  (mis Eisner), míster Schofield y mistress Devenish.


Durante la sesión tres de los espíritus guías hablaron clara y distintamente, pero sólo dijeron frases breves; fueron Bert Everett, Hawk Chief y el doctor Barnett. Debe tenerse en cuenta que el médium no conocía a ninguno de los presentes ni de vista ni de nombre, si se exceptúa a míster y mistress McKenzie (a quienes había visto en otra ocasión) y a míster De Wyckoff y yo.


La voz de un espíritu se dirigió a mistress Clair Stobart diciendo que era Lionel su hijo. Este espíritu la habló de sus hijos, que se hallaban al cuidado de mistress Stobart, y de otras cuestiones personales.


El espíritu  de un doctor Peebles habló a míster y mistress McKenzie.


Un espíritu se dirigió a mistress de Crespigny y otro al capitán Ben Hicks dando el nombre de Harry Ackerland. Ackerland y el capitán Hicks hablaron de cuestiones relacionadas con los Estados Unidos. La voz del espíritu aludió al hecho de que el capitán Hicks viajó en el mismo barco que su cuñado. Se trataba del Aquitania, que zarpó de Nueva York ara Southampton el 26 de enero (dato exacto). Harry Ackerland era en la tierra un amigo íntimo del capitán Hicks.


Feda apareció y anduvo por la habitación hablando a todo el mundo y dirigiéndose a todo el mundo por su nombre correcto.


Una voz se dirigió a la dama austriaca diciendo que era su abuela. La conversación se inició en inglés y derivó al alemán (Valiantine no conoce le alemán)


Después se presentó la madre de la dama austriaca y conversó con ella también en alemán.


La sesión fue bastante afortunada; pero los presentes no me parecieron muy inteligentes en el arte de mantener la continuidad de la conversación. Se repitieron observaciones triviales, y hasta estas fueron altisonantes. Yo me puse malo de oír la vieja pregunta formulada siempre en estos términos: “¿tiene usted algún mensaje para mí?”


Es absolutamente esencial, cuando aparece un espíritu, mantener la continuidad de la conversación, ya que esto afecta a las vibraciones. Hasta ahora he observado una considerable carencia de brillantez en la mayoría de los espiritistas como conversadores.


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