El Misterioso caballero blanco visita a la niña de lágrimas de cristal
Corresponsal libanés, Matraji informa sobre la investigación
de experiencias milagrosas de Hasah Mohammad Meselmani y la controversia en
torno a las lagrimas de cristal que caían de sus ojos.
La niña de doce años Hasnah Mohamed Meselmani produjo
cristales de gran nitidez por sus ojos. Nabil Matraji entró en contacto con la
familia Meselmani para averiguar más sobre el increíble fenómeno que duró desde
marzo a noviembre de 1996.
Hasnah Mohamed Meselmani
La conmoción agitó el mundo árabe: una chica estaba formando
cristales de duro vidrio, lo suficientemente afilados para cortar papel, y
aparecen en sus ojos, siete veces al día sin producirle ninguna lesión aparente
– Tenía que ser una especie de milagro. Con 12 años, Hasnah Mohamed Meselmani
se convirtió en el centro de atención. Las autoridades religiosas y científicos
buscaron respuesta a la adivinanza.
La respuesta pronto llegó: era “fraude”, la chica lo
admitió, al menos así fue como se publicó la noticia. Muchas personas estaban
molestas y decepcionadas. El Líbano y otros países árabes declararon que el
archivo estaba cerrado y el silencio descendió sobre la historia de Hasnah
Mohamed Meselmani. Sin embargo, algunas cuestiones seguían sin respuesta. Por
ejemplo, si era fraude ¿cómo Hasnah lograba sacar los cristales a la vista de
todos delante de las cámaras de televisión? Si las imágenes de televisión era
auténticas y se veían de cerca, entonces el fraude parece estar fuera de plano,
el ojo de la niña fue filmado en primer plano y mostró piezas de vidrio
empujado lentamente de sus ojos, como si viniera de la retina. ¿Podría haberlo
escondido ella misma antes? O ¿era sólo una ilusión que hacía parecer que los
cristales venían de la retina? Y ¿tenía Hasnah dominado el truco de tenerlos
ocultos en una esquina de sus ojos? Y si era así ¿cómo podía hacerlo sin sufrir
ninguna lesión? Porque se demostró que era muy afilados, capaces de cortar el
papel, como se muestra también ante las cámaras.
Nuestro compañero en el Líbano, Nabil Matraji se puso en
contacto con Hasnah y su familia. Fue recibido de manera amistosa y
hospitalaria, y también algo reservado por parte del padre de Hasnah. La
publicidad que rodea a su hija y la cuestión del fraude lo había puesto en
guardia – por lo menos esa fue la impresión de Nabil. Hasta que Nabil le dijo
que pertenecía a un grupo de gente que sigue creyendo en Hasnah, no creían que
hubiera sido fraude y que fue un verdadero milagro y que ella había sido contactada
por un “mensajero de Dios”.
“El padre de Hasnah cambió de un plumazo. Con emoción, dijo
que eso era exactamente lo que Hasnah le había dicho. Estaba sorprendido de que
yo también hubiera dicho eso, porque la familia había tratado de mantenerlo en
secreto”, dice Nabil.
Cuando Hasnah regresó de la escuela a las pocas horas de
llegar Nabil le pidieron que describiera a la persona que había visto en su
sueño. “La chica se enfadó con su padre, pensando que la había traicionado
contándome el secreto. Sólo se tranquilizó cuando se convención de que su padre
no me había dicho ni una palabra de la visión y empezó a contarme la historia.”
Todo comenzó en marzo de 1996 cuando estaba en la escuela,
cuando sintió algo extraño en su ojo izquierdo – su primer trozo de cristal,
que como es comprensible le preocupó. De vuelta a casa, le contó a su familia
lo ocurrido, y mientras lo hacía una segunda pieza de cristal apareció en sus
ojos. Su padre la llevó a la ciudad de Chtaura a ver al Dr. Araji, un
oftalmólot. Se quedó en su clínica dos semanas y los cristales fluían hacia
fuera del ojo. El Dr. Araji certificó que las piezas eran cristales reales y
dijo que no tenía explicación científica del fenómeno. Lo único que le quedó
por pensar era que era un acto de Dios.
Unos días más tarde, Hasnah le contó otro extraño suceso.
“Una noche”, dijo a Nabil, “yo todavía estaba despierta
cuando escuché a alguien tocando la ventana. Me levanté, me acerqué a la
ventana y vi un hombre vestido de blanco. Estaba sentado en un caballo blanco,
me sonrió y me llamó por mi nombre. Me preguntó si quería ir a la calle a
hablar con él”.
Hasnah salió por la puerta principal. Allí estaba el
“caballero blanco”, como ella lo llama, esperándola. Estaba vestido de pies a
cabeza con una túnica blanca que cubría su cabeza y cara. “El caballero blanco”
dijo que no tenía que tener miedo y se presentó a Hasnah como un “mensajero de
Dios”. Una conversación se desarrolló entre los dos pero Hasnah no reveló
detalles pero dio a entender que él era quien estaba detrás de las lágrimas de
cristal y que fue por voluntad de Dios. Allí estuvo como testigo de la
conversación el hermano pequeño de Hasnah que la siguió afuera y oyó a su
hermana hablar, pero no pudo ver con quién hablaba”.
“El caballero blanco” le visitó un par de veces más y le dio
consejos y advertencias. Cuando Hasnah
preguntó cuando pararían las lágrimas, la respuesta fue: “Cuando Dios quiera”.
Una parte fascinante: durante una de sus reuniones con el
caballero blanco, aconsejó a Hasnah que toda su familia abandonara su casa
temporalmente porque algo desagradable estaba a punto de suceder. La familia
siguió el consejo – todos, excepto un hijo. Al día siguiente se vio involucrado
en un accidente de tráfico, y aunque su coche le protegió, el hermano salió sin
un rasguño. En otra noche, el caballero blanco le preguntó: “¿No te dije que
todos ustedes debían salir de la casa?”.
Nabil también aprendió sobre los antecedentes de las
denuncias de fraude en la historia.
En un momento determinado explicaron como se desarrollaron
los acontecimientos, el padre de Hasnah probó con otro oftalmólogo, el Dr.
Salamoun en el Hospital de la Universidad Americana de Beirut. Mientras ella
estaba en observación, más cristales rezumaban de su ojo. La historia se hizo
pública, estaciones de televisión, revistas y periódicos acudieron a la casa de
la familia Meselmani a conocer a la chica de las lágrimas de cristal.
Los expertos de Arabia Saudita tomaron el material para sus
laboratorios y certificaron que eran cristales reales. El siguiente paso fue de
las autoridades saudíes que indicaron que preferían que la historia se
silenciase. “El padre de Hasnah me dijo que se le presionó mucho para que
guardara silencio acerca de todo”, dice Nabil. “Incluso le ofrecieron 50.000
dólares”.
La oferta era demasiado tentadora: la familia Meselmani es
cualquier cosa menos rica, y el padre decidió aceptar el dinero. Lo hizo ante
cámaras de televisión y esa imagen fue la que convenció al público de que había
sido un gran fraude, después de todo, todo el incidente fue entonces obviamente
por dinero, y el padre habría sido el manipulador de los cristales en los ojos
de su hija. Ahora no lo pensaría dos veces, dice “si los cristales aparecieran
de nuevo, entonces dejaría que la voluntad de Dios se hiciera”.
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international 6-1997
(Se ha suprimido algunas frases de carácter religioso que no
aportaban ninguna información al caso.)
Aún cuando se pudieran reproducir el fenómeno, y que de momento ningún mago ha sido capaz de reproducirlo satisfactoriamente en comparación con la niña ¿demostraría eso algo? Los químicos crean sustancias (colorantes, edulcorantes, ...) y pueden crear y de hecho crean helados de sabores de frutas, por ejemplo, no es difícil ir a comprar un helado con sabor a fresa, leer los ingredientes y comprobar que no lleva nada de la fruta fresa, entonces según el razonamiento de estos "lógicos" pueden deducir que como el sabor , color, textura, olor de una fresa se pueden reproducir, quiere decir que las fresas no existen, que es todo un engaño de nuestro frutero.
Que salgan objetos de los ojos no es la primera vez, en las ciencias psíquicas ya se ha producido, el ejemplo comprobado científicamente bajo vigilancia de personas cualificadas y grabado muchas veces es el médium K. M. Rhinehart, lo que deja la posibilidad real de que el fenómeno suceda y más en una niña adolescente ya que se conoce de sobra que a esa edad es cuando aparecen los poltergeist y fenómenos paranormales asociados a estas personas.