¿Un demonio en Enfield?

¿Un demonio en Enfield?

- Tom Ruffles -


Con el inminente lanzamiento de la película El Conjuro 2, de James Wan, en la que Ed y Lorraine Warren sin miedo luchan contra las fuerzas del mal en un barrio del norte de Londres, vale la pena examinar el argumento de que lo sucedido en el Poltergeist de Enfield, si era o no realmente un demonio llegado para atormentar a la familia Hodgson. La débil conexión de los Warren con este caso ya ha sido analizada por lo que podría argumentar que todo lo que teníamos que decir sobre el asunto tiene ya poco mérito, pero sorprendentemente mientras que Maurice Grosse y Guy Lyon Playfair de la Sociedad para la Investigación Psíquica, que han tenido bastante que ver con el caso, se apresuraron a desestimar la alegación de los Warren. Los  periódicos de la época tenían, de hecho, en ocasiones planteada la posibilidad de un componente demoníaco en los eventos que aquejaban a los Hodgsons.

Por ejemplo, en el Psychic News del 6 de enero de 1979 conjeturó lo que sucedía en Enfield, incluida en la primera página. En la página 3, en una de las sub-secciones se titula claramente “Ningún demonio implicado” y Playfair da su opinión en términos directos.

“Guy descartó cualquier sugerencia de que los fenómenos fuera de naturaleza demoniaca. “No tengo tiempo para esta basura del diablo”, dijo “Es un invento del dogmatismo religioso medieval. No hay ninguna conexión con la realidad”.

“Puedo entender muy bien cómo algunos fanáticos exorcistas sentirían que en la casa hay toda una legión de demonios”.

“No hemos recibido ninguna indicación en absoluto de cualquier indicio de actividad demoniaca”.

¿Por qué habrían hecho esta pregunta el periodista de Psychic News?, es curioso, posiblemente los Warren habían estado en contacto con el periódico (ya que habían realizado una visita rápida a la casa el 16 de junio de 1978). Playfair podía haber pensado que el único comportamiento que podría caracterizarse de demoniaco en relación con el asunto – aunque no por ser demoniaco – fueron los Warren.

Vale la pena señalar que no eran sólo los Warrens los que consideraban el exorcismo como la solución más apropiada para los Hodgson. La misma idea surgió en una cuarta parte implicada y fue bastante sorprendente. En “Esta casa está encantada” (2007. Pp 238-9) Playfair cuenta cómo visitó al eminente parapsicólogo alemán Hans Bender, que ese alojaba en Londres y discutió con él sobre el asunto.

“Me inclinaría a tratar el exorcismo – dijo el catedrático Bender, más bien para mi sorpresa – No estoy convencido de que sea una agencia desencarnada la que esté involucrada, pero nunca se podrá demostrar”.

“Le contesté que yo era reacio a involucrarme con exorcistas, como lo fue tanto Maurice Grosse y la Sra. Harper (Sra. Hodgson)…”

“Oh, el ritual católico es desastroso”, respondió. “Debido a que es una forma mecánica de la aplicación de un rito sin la más mínima comprensión del trasfondo psicológico”.

Bender dijo que pensaba que sería preferible tener un psicólogo que examinara el caso, y luego encontrar un clérigo de la Iglesia de Inglaterra dispuesto a ayudar. Playfair continuó diciendo que al mismo tiempo que él y Bender estaban discutiendo la conveniencia de llamar a un exorcista, uno, un monje anglicano, de hecho se presentó en la casa, traído por un periodista del National Enquirer. Grosse lo llevó a un lado y le explicó la actitud de la Sra. Hodgson con el exorcismo, y le pidió que se fuera, lo que hizo de buen grado. El destino del truco desconocido del Enquirer se desconoce.

El Daily Star utilizó el caso de Enfield para comenzar una serie llamada “El mundo del más allá”. Reproduciendo el ángulo sensacionalista, su portada del 10 de marzo de 1980 está dominada por una gran imagen en primer plano de Janet Hodgson con la palabra “poseída” en letras grandes en virtud del mismo. Se muestra al lado del primer párrafo:

“Deja escapar un grito escalofriante en la oscuridad de la noche. Ella es una niña poseída … por una fuerza sobrenatural”.

Ella se ve como si pudiera estar pasándolo bien, pero ¿quién puede decir qué forma intensa de miedo, por no hablar de la posesión, podría tomar? La historia abarca varias páginas y aunque todo suena dramático, el caso podría explicarse sin recurrir a los demonios a pesar de los mejores esfuerzos del periódico. Es cierto que en la primera página de la historia extendida en el interior tiene el título “La cosa trató de estrangular a Janet con la cortina”, y “¿Poseída por un demonio?” Detrás de las páginas centrales colocados en una seductora parte inferior. Hay además un énfasis en el punto de vista del “miedo de la familia”. Pero incluso con estas señales para intentar orientar a lector hacia el veredicto de la posesión diabólica, está claro que los eventos reales no coinciden con el reclamo.

En cuanto a las páginas del centro se observa el gran titular: “¿Fue Janet poseída por un demonio? Esta parte de la propaganda fue escrita en el Daily Mirror, por el fotógrafo Graham Morris, quien a su manera ha hecho mucho con sus imágenes para que el caso se hiciera famoso. Anexa con líneas la declaración de que “compartió la pesadilla de la familia”, lo que indica que es alguien digno de ser escuchado. Se da una breve descripción de sus experiencias en la casa en la que dice específicamente:

“A pesar de que la palabra nunca fue mencionada en la casa, estaba seguro de que estábamos en presencia de actividad “poltergeist”. Los expertos dicen que la conciencia de este fenómeno está experimentado con bastante frecuencia por las púberes, siendo Janet la principal sospechosa”.

El artículo de Morris no se refiere específicamente a la posesión demoniaca y sólo dice indirectas oblicuas – se informa al lector que “en muchas fotografías cuando el resto de la familia tiene mirada de terror, Janet parece tener una sonrisa maligna en su cara, y se produjo su vuelo nocturno sin que ella fuera consciente de ello, a pesar de que en ocasiones se magulló.” Sin embargo, él considera los fenómenos como típicos fenómenos poltergeist que se centran en Janet, en lugar de estar causados por entidades demoniacas.

Tratando a la autora principal del artículo, Ellen Petrie, cita a Janet: “Algunas personas dicen que la casa está aún más encantada que la casa de los Horrores de Amityville – la casa embrujada de América, que se convirtió en un libro y una película. (La parte final fue para Petrie, no Janet; el periódico Star ahorro dinero a sus sub-editores) Los escépticos pueden sabiamente señalar la información de que Janet estaba al tanto de Amityville (libro de 1977 y película de 1979), pero teniendo en cuenta su alto perfil en los medios de comunicación del momento hubiera sido más sorprendente si no hubiera oído hablar de ello.

La evidencia de los demonios en Star se muestra débil. “Janet puede haber sido una niña poseída … por una fuerza sobrenatural” como aparece en la portada, pero “fuerza sobrenatural” no es sinónimo de “posesión demoniaca”. Star trataba de avivar el fuego para aumentar el drama, pero no ponían el corazón o el alma en ella. Es significativo que ni Grosse ni Playfair estuvieron citados en la portada de Star, quizás el editor leyó los comentarios de Playfair en Psychic News sobre el asunto de los demonios en año de antes.

Según el Weekly World News del 26 de abril de 1983 estableció que había la intervención demoníaca en Enfield. La portada gritaba:

“La más extraña historia del año … ¡POSESIÓN!, la principal batalla exorcista con un demonio aterrador que hace que los niños pequeños vuelen a través de la habitación”.

Esto es mejor. Si desea argumentar que hay demonios implicados, tenga el coraje de sus convicciones, siempre y cuando no se vaya todo por la borda sino se asemejará a la sátira.

A la vista del titular resonante, el lector podría dar un suspiro de alivio: “Los Warren al fin”. Sin embargo, el artículo no es acerca de ellos. “El exorcista superior”, no es otro que ¡Maurice Grosse! ¿Fue un artículo de burla del enfoque general de los Warren de manera que no hubiera peligro de ser demandados por ellos (la pareja no eran famosos por tener un buen sentido del humor, Grosse estaba lejos) o simplemente reflejar el hecho de que su asociación con el caso fue apenas perceptible?

El artículo escrito por Clifford Montgmery, comienza a ir más lejos: “En un caso extraño que desafía la cordura, dos chicas jóvenes están siendo lanzadas por el aire como muñecas de trapo – por los demonios del infierno que han tomado el control de sus cuerpos. No es más de lo mismo, por lo que la vida en la casa de los ruidos es un infierno”. El artículo continúa:

“¿Por qué estas dos chicas jóvenes de Enfield, Inglaterra, han sido el blanco del horror satánico? Es un misterio que ha desconcertado a los exorcistas de la iglesia que han fracasado en sus esfuerzos de expulsar a los demonios.”

“Ahora el famoso investigador de demonios Maurice Grosse ha tomado la batalla para liberar a las jóvenes de sus captores malignos antes de que sus corduras se pierda para siempre”.

“El hombre que ha estado luchando contra el diablo toda su vida piensa que este caso puede ser su mayor desafío”.

Que la historia ha pasado por alto la etapa de verificación de los datos estrictos puede ser juzgado por una cita supuestamente directa:

“Él es la última esperanza para nuestras hijas”, su angustiada madre dio la noticia. “Si Dios es misericordioso, ayudará al Sr. Grosse a alejar al ángel oscuro de sus almas antes de que sea demasiado tarde.”

“¿Por qué hizo Satanás esto a nosotras?”

“¿Qué es lo que quiere de inocentes niñas? Mis niñas están siendo impulsadas por locos demonios del fuego del infierno. ¿Por qué no dejan tranquilas a mis hijas?”

Estas declaraciones podrían ser plausibles en el American Bible Belt (El Cinturon Americano de la Biblia) pero no a cualquier persona con un poco de conocimiento sobre el caso. Lamentablemente, el documento concluye. “Grosse aún no ha encontrado la clave que necesita para alejar a los demonios de las dos niñas”.

Ante esta ridícula parrafada, en una carta de Grosse con fecha del 27 de abril de 1983, que envió a su corresponsal que le había enviado el artículo. Él no tiene pelos en la lengua. Comienza:

“¡Me he quedado mudo de asombro! Nunca he experimentado en mi vida tal caso monumental de des-información … cuando leí la basura que había escrito sobre el caso, yo siendo un “investigador de demonios”, no sabía si colapsarme, reír o explotar.”

Uno sospecha que se desplomaría de risa en lugar de explotar. Reflexiona si habría algún remedio legal disponible estadounidense, pero reconoce que no está familiarizado con el lugar. Luego reflexiona sobre si en cambio sería mejor ignorar el artículo, evidentemente esto fue lo que hizo.

A pesar de los esfuerzos esporádicos de los tabloides, hay pocas evidencias que apoyen la afirmación de que un demonio estuviera orquestando los eventos en Enfield. Playfair y Grosse pensaron que eso era una idea absurda, y Graham Morris, que tuvo amplias oportunidades en artículos en Star, no fue capaz de decir abiertamente que lo que encontró fue energía emanada psicoquinéticamente por Janet en vez de un demonio. Incluso la voz gutural que ocupa un lugar preponderante en cualquier interpretación demoniaca puede explicarse más fácilmente de otras formas; Grosse y Playfair, quienes les dieron mucha importancia a las producciones de voz, ciertamente no tenían necesidad de invocar una etiología demoniaca en el análisis de las grabaciones.

Hay varias explicaciones para lo sucedido en Enfield, ampliamente debatido en los Diarios de la Sociedad para la Investigación Psíquica y en otras publicaciones, pero no hay ninguna evidencia de que hubiera habido ningún demonio y es irresponsable decir que todas las demás alternativas están equivocadas. La película de James Wan, es una narración distorsionada, será el equivalente cinematográfico del artículo del Weekly World News, más o menos de la misma calidad de verdad en ella y con tan poco respeto para los que experimentaron de primera mano en comparación con Ed Warren.


Artículo original en inglés